martes, 11 de enero de 2011

Para entretejer la mirada, Primer laboratorio de experiencias audiovisuales comunitarias de Colombia

Integrante de la organización Con Visión,grupo de jóvenes y niñ@s que realizan diversas actividades culturales en el barrio Jerusalem, Ciudad Bolivar, Bogotá. 

Por Maria José Román[1] y Camilo Pérez[2]


Lo que durante mucho tiempo fuera una casa abandonada en un barrio céntrico de Bogotá, pero que ahora gracias al trabajo de distintos colectivos interdisciplinarios liderados por jóvenes, es un espacio recuperado para la cultura llamado Casa Quince-16, sirvió como escenario para un encuentro particular: un Laboratorio de Experiencias Audiovisuales Comunitarias[3] (LEAC).

Puede soñar extraña la mezcla palabras de este título, en donde Laboratorio, que remite al lugar de las ciencias exactas, se une con Experiencias, palabra que da cuenta de vivencias personales e incluso íntimas, y que además en este caso, son experiencias de Audiovisual Comunitario, dos términos que, como se explicará más adelante, hacen referencia a una práctica comunicativa cada vez más común en Colombia.

En este artículo, se da cuenta de lo acontecido durante el Laboratorio de Experiencias Audiovisuales Comunitarias, profundizando en una definición de Audiovisual Comunitario. Es imposible hablar del fenómeno sin nombrar a sus realizadores, Colectivos de realización audiovisual y desarrollo de proyectos comunicativos comunitarios, los efectos que tiene este tipo de audiovisual dentro de las comunidades, y los alcances que puede llegar a tener este tipo de acción comunicativa en un contexto complejo, como lo es el colombiano.

Para comenzar, podría decirse que este primer Laboratorio de Experiencias Audiovisuales Comunitarias funcionó como una clínica musical, puesto que los distintos colectivos presentes, hicieron una demostración informal y pedagógica del estilo, técnica particular y metodología utilizada en la creación de documentales, animaciones, videoclips o ficciones, y compartieron sus experiencias y aprendizajes personales con una audiencia compuesta por otros colectivos.

Además de su propia presentación, cada colectivo lideró también una actividad de creación con esa audiencia de colegas. Fieles al espíritu comunitario, el cierre de la semana de Laboratorio se llevó a cabo en en un barrio de la localidad de Ciudad Bolivar, sector marginal y marginado de Bogotá, en donde se realizaron talleres de creación audiovisual con la comunidad.

Los Colectivos son organizaciones muy heterogéneas, sin embargo se pueden nombrar algunos puntos comunes. Se trata de organizaciones lideradas por jóvenes, declaradas como fundación, corporación, asociación o cooperativa para efectos legales, puesto que quienes hacen parte de estos colectivos realizan proyectos que les representan un sustento económico, es decir que son proyectos de vida, laborales, y políticos. Son políticos porque nacen de una iniciativa de reclamar el derecho a la expresión, el derecho a contar sus propias historias y a poner en el discurso de lo público su propia versión de la realidad, como respuesta a la no identificación con las representaciones de juventud, minoría o marginalidad que circulan por los medios masivos de comunicación. Estos colectivos llevan a cabo labores de pedagogía y realización audiovisual en comunidades marginales o minoritarias, en algunos casos, las mismas comunidades a las que pertenecen. En algunos casos los integrantes de los colectivos dieron vida a la iniciativa como parte de sus estudios universitarios de comunicación, artes o ciencias sociales en su mayoría, aunque hay excepciones, mientras que jóvenes de otros colectivos comenzaron la práctica audiovisual autónoma precisamente como una respuesta a la imposibilidad de acceder a educación superior o estudios de profesionalización; de manera que hay una apropiación del lenguaje audiovisual como una forma de expresión en constante mutación, con el cual se puede experimentar y se puede llenar de sentido, en otras palabras, reconocen el audiovisual como una herramienta de acción socio-política directa.

En los últimos años, gracias en parte al desarrollo tecnológico, y a iniciativas gubernamentales de apoyo a la creación audiovisual no profesional o comercial, se ha popularizado en Colombia la realización audiovisual comunitaria o alternativa. En Bogotá se han celebrado 5 versiones de la Asamblea Audiovisual Distrital, organizada desde el gobierno local, pero también, gracias al trabajo de los colectivos Mejoda, de Cali, y Corporación Sueños Films Colombia, de Bogotá, se han celebrado tres versiones tanto del Festival de Video Comunitario en Cali, como del Festival de cine y video alternativo y comunitario Ojo al Sancocho, en Bogotá. Estos festivales han servido como lugar de encuentro de distintos colectivos que llevan a cabo sus prácticas en distintas regiones de Colombia, y de investigadores interesados en el tema del audiovisual alternativo y comunitario. Fue en estos escenarios en donde coincidieron otras organizaciones como Kinoclaje, de Bogotá, Fototrópica, de Popayán, Pasolini en Medellín, de Medellín, y en donde se tejieron los hilos que hicieron posible el proyecto sobre el que se da cuenta en esta oportunidad.


Durante varios meses La Asociación Cultural la Claqueta, de España, y el colectivo Kinoclaje de Colombia, fueron construyendo un proyecto con la idea de: permitir un espacio para el trabajo conjunto entre entidades que gestionan y producen procesos de formación audiovisual comunitaria. Gracias a la financiación del Ministerio de Cultura de España, se organizaó el Laboratorio, en donde se contó con la presencia de los colectivos Pasolini en Medellín (Medellín), Mejoda (Cali), Fotrópica (Popayán), Convisión, Formato 19K (Bogotá).

Teniendo ya más claro quiénes son los agentes, es necesario entender qué es lo que hacen: qué es el Audiovisual Comunitario. Para ello y como primera medida, es necesario reprogramar la mirada: resignificar, repensar, reinterpretar, representar, relatar, reconstruir, reafirmar, reunir, replicar, reportar,  revelar, rebobinar, recordar, recopilar, recuperar,  reintentar, recorrer,  recrear, refunfuñar, recriminar (no reelegir),  reencontrar, reincorporar, resolver, reiterar, resistir, reescribir, reflexionar, renovar,  reaccionar… REC…

Es que en clave de RE se ha consolidado desde hace unos años en Colombia el audiovisual comunitario, como una forma alternativa de conjugar la RE-alización audiovisual  con los procesos sociales, las resistencias culturales y las apuestas políticas locales que emergen desde las comunidades, y ha sido desde allí desde el audiovisual comunitario, desde donde se ha abogado por la exploración de las estéticas y narrativas locales,  desde donde se han creado relatos diferentes a los contados desde los medios masivos,  desde donde se ha trabajado por la construcción colectiva de historias con corazón, con pulso propio.

Con el cayo en los ojos que ha significado apostarle a este tipo de mirada, son varias las organizaciones a nivel nacional que han creído y han puesto su sudor en la consolidación del audiovisual comunitario colombiano, y con su labor, cuadro a cuadro han construido una memoria de las periferias, de lo no dicho, de lo cotidiano, de lo inacabado, un caleidoscopio de los intersticios, pleno de imágenes locales que saben a agua panela, un recetario para la transformación social que ha sido posible cocinando historias, disparando cámaras y no armas, en donde la técnica no es lo más importante pues la cámara va pasando de mano en mano para escuchar, contar y resistir, en donde lo más importante es atreverse a mirar críticamente nuestras realidades.

No ha sido un camino fácil… pero se ha recorrido… Sin embargo, en medio del trajín y el afán del oficio de capturar y enlazar imágenes, de dedicarse a reaccionar visualmente, se ha olvidado una tarea fundamental: la de contar cómo hacemos lo que hacemos. Ha habido mucha práctica y mucha producción, pero poca reflexión sobre la misma, y poca sistematización de las experiencias y los aprendizajes. Después de casi 5 años de ejercicio audiovisual, en la mayoría de los Colectivos de realización audiovisual y desarrollo de proyectos comunicativos comunitarios había una necesidad latente de enfrentar esta tarea, y el laboratorio de experiencias audiovisuales comunitarias, que nació con el objetivo de compartir metodologías y experiencias, brindó el escenario adecuado para la reflexión, y ahora, con este blog, inaugura también el espacio para el almacenamiento y publicación de la sistematización del conocimiento generado por estos colectivos de comunicación de Colombia.

La idea es entonces, contar nuestras maneras de hacer, corriendo el riesgo de que se nos exploten los ingredientes en la cara, dado su carácter reaccionario, o que desde aquí, desde nosotros mismos, logremos encontrar una fórmula para entretejer nuestras miradas o trayendo a Omar Rincón -a decir cosas que quizás no dice para este contexto, pero que se nos ocurre podrían aplicarse a este momento- contar como hacemos lo que hacemos es “Contar lo que nos toca, para pensar con nuestra propia cabeza y ganarnos la escucha”[4].

Y ganarnos la escucha significa contar, contarnos, contarles a otros que hay otras maneras de afrontar nuestras realidades, que existen otras narrativas más allá del cartel, de tetas y de paraísos, que nuestros barrios son un hervidero de historias llenas de vida, que sí es posible contar otras cosas, contar de otra manera para cambiar de algún modo el circulo de nuestras violencias -sino del todo por lo menos recabar su eslabones-, y que si todavía hablamos de la violencia es porque necesitamos resignificar lo que allí está en juego, pues con una cámara sí que le vamos quitando a la guerra cosas, saber de que estamos hechos como diría Jesús Martin barbero, para seguir adelante… que todo eso lo hemos hecho, lo han hecho las mismas comunidades, que lo que nos ha hecho falta, mucha falta es escucharnos, y aprender, aprender de esas experiencias.

Aprender por ejemplo, cómo en Montes de María con un cine callejero y una tortuga Hicotea se ha logrado decir lo indecible; aprender porqué en el Caquetá sin historia no hay cámara; aprender cómo en Cali en el distrito de Agua Blanca la irreverencia audiovisual y un cine pal barrio han permitido reinterpretar los imaginarios sobre la periferia; aprender que Ciudad Bolívar tiene corazón y hay otras historias más potentes que las balas; aprender cómo en Medellín se desarman las mentes con un marco de cartón, y como desde un plato se cocina la objeción de conciencia, aprender como en Popayán la resistencia cultural se plantea con un sango, aprender cómo en Bogotá el reciclaje de cine ha permitido reinventar historias...

Podríamos seguir hablando largo rato jalando los hilos de la memoria para referirnos a innumerables experiencias. Pero lo importante es que todas estas son, han sido,  nuestras maneras de volcarnos sobre la realidad, de sumergirnos bien adentro y encontrar ese tesoro de NUESTRA MIRADA,  de NUESTRA VOZ, esa que ahora traemos al papel para contarnos por primera vez[5] en coro, con todo lo que ello conlleva.

Así que sin importar lo desafinados que podamos estar para algunos críticos de cine, empecemos a experimentar con nuestras voces y con nuestras miradas en este laboratorio.














[1]
                        [1]  Maria José Román. Magistra en Comunicación, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia, Realizadora de Cine y Televisión de la Universidad Nacional de Colombia. Profesora de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Bogotá, Colombia. Pertenece al Grupo de Investigación Lenguaje, Discurso y Saberes. Cofundadora e integrante del colectivo KINOCLAJE. marejosia@gmail.com


[2]
                        [2] Camilo Pérez. Antropólogo y realizador audiovisual. Profesor del laboratorio audiovisual para las ciencias sociales de la universidad de Antioquia. Investigador asociado y miembro del Grupo de Estudios del Territorio del Instituto de Estudios Regionales de la Universidad de Antioquia.  Co-fundador y actual director de la CORPORACION PASOLINI EN MEDELLIN, organización que desarrolla su trabajo con jóvenes en las periferias urbanas  de la ciudad de Medellín utilizando el video y la etnografía como herramienta para la transformación social. camiloperezquintero@yahoo,com.ar


[3]
                        [3] El encuentro denominado “LABORATORIO DE PRACTICAS AUDIOVISUALES COMUNITARIAS” se desarrollo en Bogotá- Colombia, entre el 16 y el 24 de octubre del 2010, gracias a la gestión y organización de la FUNDACION LA CLAQUETA  (de España) y el colectivo KINOCLAJE (de Bogotá).

                Las organizaciones participantes fueron:  FORMATO 19 K, KINOCLAJE, CONVISION Y CINE A LA CALLE (DE BOGOTA); THE PARCHE Y  MEJODA (CALI), FOTOTROPICA (POPAYAN), PASOLINI EN MEDELLIN (MEDELLIN) Y LA CLAQUETA (DE ESPAÑA).

                Otras organizaciones que estuvieron en nuestras cabezas, aunque no lograron asistir al encuentro son: PLATOHEDRO Y FULL PRODUCCIONES (DE MEDELLIN), COLECTIVO DE COMUNICACIONES LÍNEA 21 (DE MONTES DE MARIA), CINE PAL BARRIO Y TIKAL PRODUCCIONES (DE CALI) y  ESCUELA AUDIOVISUAL INFANTIL BELEN DE LOS ANDAQUIES (DEL CAQUETA).


[5]
                        [5] Decimos por primera vez, pues esta experiencia ha permitido reunir a más de seis colectivos nacionales a pensar y reflexionar sobre las prácticas audiovisuales comunitarias. En este sentido cabria nombrar que existen otros espacios como los Festivales de Ojo al Sancocho en Bogotá y el Festival de Cine y Video Comunitario en Cali, que durante el 2010 cumplieron su tercera versión, y  que se han convertido en referentes para el encuentro de las imágenes que se van construyendo en el país desde lo comunitario,  este laboratorio ha sido el primer encuentro para hablar exclusivamente de los procesos, las practicas y  las metodologías de los diferentes colectivos. Y desde allí plantear visiones de futuro para posibles articulaciones e intercambios.

domingo, 17 de octubre de 2010


Esta iniciativa pretende  realizar un trabajo conjunto entre  entidades que gestionan y producen procesos de formación en torno al audiovisual juvenil comunitario, cuyos objetivos son:
· Utilizar las nuevas tecnologías en el ámbito cultural en general, y en la creación audiovisual en particular, mediante el intercambio de experiencias y la creación de un espacio web.
· Difundir las creaciones audiovisuales realizadas por los colectivos participantes, permitiendo de este modo un mayor conocimiento de las creaciones audiovisuales realizadas tanto en España como en Colombia.
· Crear un espacio de intercambio de experiencias del trabajo a través de los medios audiovisuales con población infantil y juvenil.
· Realizar una serie de talleres con población infantil y juvenil en la ciudad de Bogotá.
· Recoger diversas experiencias metodológicas de trabajo con niños y jóvenes en la reacción audiovisual, publicando estas tanto en formato papel como audiovisual y a través de un espacio web.
· Investigar e intercambiar nuevos métodos de trabajo de creación cultural en general y audiovisual en particular.